noviembre 07, 2012

Tradiciones de México: Atole, Café y Chocolate para el frio

El frío ha llegado, por lo menos en el Distrito Federal, donde a pesar de no presentar temperaturas tan bajas como en otras entidades, solemos resentirlo bastante. Instintivamente deseamos mantener un cuerpo caliente, y qué mejor que hacerlo disfrutando de una bebida tradicional mexicana, a continuación las más conocidas:
ATOLE: no es el orden alfabético el que lo pone como primero, sino su origen, pues tanto el maíz como el cacao fueron ingredientes clave para muchas de las bebidas prehispánicas; también de esta época proviene la unión que hoy permanece de tamales y atole. Originalmente llamado “atolli” en náhuatl, se traduce como “agua en movimiento” o “agua removida”, y ha servido como bebida y alimento, debido a sus propiedades.
Existen una gran variedad de atoles a lo largo del territorio nacional, de sabor neutro o endulzados, incluso agrios y fermentados, y aunque originalmente la falta de lácteos redujo su preparación al agua, actualmente podemos disfrutar de su combinación con leche.
 
La forma de prepararlo es diverso, lo mismo que los sabores resultantes, según la región y temporada; sin embargo, el ingrediente básico suele ser el maíz, aunque existen versiones de amaranto, avena y arroz, también llamados atoles. Una de las recetas más difundidas y sencillas es la que parte de masa, la misma utilizada para hacer tortillas, diluida en agua y cocida en el fuego hasta adquirir el espesor deseado.
La nobleza del maíz permite combinarlo con una gran variedad de frutos y especias, como la canela, vainilla, guayaba, capulín, tamarindo, calabaza, fresa, chocolate, e incluso otras combinaciones más recientes y osadas, como galleta.
A pesar de su importancia y continua presencia en nuestra cultura gastronómica, el consumo de atole en las grandes ciudades, ha pasado de ser una preparación siempre presente en el hogar, a una bebida ocasional, generalmente comprada, ya sea para acompañar un tamal, combatir el frío o por antojo.
Así que, por qué no aprovechar estos meses para retomarlos como parte de nuestra alimentación, pues lejos de lo que se cree, se trata de un alimento completo y saludable, especialmente si se bebe con moderación y se prepara en casa cuidando la cantidad y calidad de azúcar y lácteos.
CHOCOLATE: Si hay algo que nos puede auxiliar en una tarde fría, lluviosa o incluso nostálgica, es una buena taza de chocolate. Preparado con leche o agua, el sabor algo amargo y especiado, combinado con su dulzor, no sólo logra calentar el cuerpo, sino también el alma, además de dar una carga extra de energía.
La presencia del cacao en nuestra cultura proviene de tiempos precolombinos. Desde entonces, se le daba un gran valor a esta semilla, al grado de ser utilizada como moneda; reducir su consumo en forma de bebida a los altos rangos de la sociedad, y despertar interés de quienes llegaban del viejo mundo, atribuyéndole características como la de “el más sano y más sustancioso alimento de cuantos se conocen en el mundo, pues el que bebe una taza de ella, aunque haga una jornada, puede pasarse todo el día sin tomar otra cosa”, como lo hizo el llamado Conquistador Anónimo, Antonio de Solis.
Por su parte el comerciante italiano Francesco Carletti, a finales del siglo XVI, lo describió como adictivo, y aunque pueda sonar exagerado, no es algo totalmente descartable, especialmente si consideramos el placer que provoca un buen chocolate.
Existen diferentes bebidas elaboradas con cacao, la básica, derivada de la molienda de los granos de cacao combinados con agua, cuya bebida resultante era servida con espuma (lograda a partir de pasar de una jícara a otra el brebaje), podía consumirse caliente o fría, y era la que se ofrecía Moctezuma; podía aderezarse con vainilla, achiote u otras especias, lo que le confería un sabor amargo.
Otras bebidas son las resultantes de la mezcla de cacao y maíz, como el Pozol de Chiapas y Tabasco; el Popo, de Veracruz; Tanchuca, principalmente en Yucatán y Tabasco, y Bupu, en Oaxaca.
Sin embargo, la bebida más difundida es sin duda el Chocolate, cuyo nombre se atribuye al náhuatl “Xocoatl”, agua agria y cuyas características que hoy le conocemos, como el sabor dulce, se deben al mestizaje. Años más tarde de la conquista, se mezcla con azúcar de caña, así como con canela y leche.
Para tener un buen resultado, es necesario buscar una buena calidad de chocolate, que resulta de una mezcla de buen cacao con proporciones adecuadas de azúcar y los elementos que uno prefiera. Es famoso el chocolate oaxaqueño, lo mismo que el de Tabasco y Chiapas; y si bien en la actualidad hay diferentes marcas de este producto al alcance de la mano en los supermercados, éste es quizás un buen momento para buscar un poco del producto artesanal, que además de mayor calidad, nos permite acercarnos a nuestra tierra y a nuestros productores.
CAFÉ DE OLLA: entre las bebidas tradicionales de nuestro México ideales para combatir el frío, no podemos dejar de mencionar al Café de Olla, pues si pocos son los que se resisten a una taza de café, quizá menos sean los que se nieguen a la aromática y balanceada combinación de canela con piloncillo y café, y mejor si se sirve en un jarrito de barro.
A pesar de que su consumo se puede considerar reciente, ha alcanzado una gran popularidad, especialmente por ser considerado estimulante. Su llegada a México se remonta al siglo XVIII, aunque logra su auge a principios del siglo XX, durante la Revolución, periodo en el que surge el tradicional Café de Olla, que sin importar cuantas bebidas y combinaciones a base de café surjan, siempre será un favorito.
La historia cuenta que éste nace en las hogueras revolucionarias de mano de las soldaderas para dar ánimo a sus “Juanes”, por lo que al café le agregaron elementos con los que contaban, y que creían vigorizantes, como la canela (considerada estimulante), clavos de olor y piloncillo, además de chocolate de metate. El resultado debía fortalecer el valor y arrojo de los hombres revolucionarios, por lo que se permitió un “piquete tequilero” para completar el objetivo.
De ahí que actualmente todavía hay quien pregunte “con o sin piquete”, especialmente en época de frío.

Fuentes:
Conaculta
Breve Historia del Chocolate y el Cacao. Tabasco Hoy
Origen de la Palabra ATOLE. Delicias de la comida Prehispánica
Para Disfrutar un rico café. Estilos, El Universal.
Pozol, Popo, Champurrado. Revista Digital Universitaria Vol. 12 No. 4

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