La tuna, el fruto del nopal, cuenta con cualidades que sumadas a su sabor dulce, la hacen no sólo atractiva, sino una buena opción de consumo para aumentar la ingesta de frutas, ya sea fresca o en cualquiera de las preparaciones mencionadas con anterioridad.
Al igual que la penca de la Opuntia, tiene un gran contenido de agua, cualidad protegida por su cáscara que previene la deshidratación, de gran importancia en zonas áridas y semiáridas. En menores cantidades en relación a los cladodios, las variedades de tuna mexicana también son ricas en fibra, tanto soluble como insoluble (presente en las semillas).
Su contenido nutrimental es importante por ser una buena fuente de potasio, además de rica en calcio y fósforo; se trata de una fruta baja en sodio, pero con actividad antioxidante, mayor en las pulpas de colores fuertes como las rojas, púrpuras y amarillas. Asimismo, su nivel de vitamina C puede alcanzar los 40 mg en 100 gramos de esta fruta, posicionándose por encima de la manzana, pera, uva y plátano.
El gusto que tiene, hace evidente la presencia de azúcares, con alrededor de 53 por ciento de glucosa y el resto de fructosa, esta última de fácil absorción y la responsable de su sabor al ser más dulce que la glucosa y la sacarosa.
Es importante destacar que, mientras la acidez y firmeza de este fruto disminuye con la maduración, los niveles de azúcar y vitamina C aumentan.
Con respecto al contenido calórico, fluctúa entre 31 y 50 kcal por 100 grs. de pulpa sin semillas, además de tener un Índice Glucémico bajo.
De tal forma que, si el sabor y versatilidad del nopal y sus frutos no son una razón suficiente, conocer sus propiedades pueden contribuir a dar una oportunidad a estos productos cien por ciento mexicanos.
Fuentes:
Infoagro.com
Instituto Nacional de Ecología
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO)
Revista electrónica de divulgación de las ciencias farmacéuticas (inFÁRMAte)
Revista Médica IMSS, 2001
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