Luego de una breve pausa derivada de una visita a Cuba que tuve oportunidad de realizar la semana pasada. De este viaje hablaré próximamente, no sólo por la necesidad personal de realizar una reseña, también por la consecuente revalorización que me permitió hacer de de la cocina mexicana.
Para dar continuidad, cerraré el tema del Nopal que previamente traté. Ya con un esbozo de la importancia que tiene como componente clave tanto de la gastronomía mexicana, como de nuestra identidad como país, hablaré de un aspecto de gran interés; éste no es sólo un ingrediente de fácil acceso e ingesta, sino también con propiedades importantes.
En el caso del nopal verdura, contiene una proporción de agua elevada y su valor nutritivo se basa en su bajo contenido de lípidos, hidratos de carbono y proteínas, mientras que cuenta con un alto porcentaje de fibra. Los minerales que se encuentran en este vegetal, son el calcio y potasio; es bajo en sodio y con una cantidad moderada de vitamina C.
Algunos de estos valores, se ven determinados por la madurez de la penca, como en el caso de las proteínas, cuyo contenido es mayor en los brotes; mientras la fibra aumenta con la edad.
Este último componente es quizás uno de los más atractivos, pues alcanza un promedio de 2 gramos de fibra dietética por taza de nopal. La mayor proporción es de fibra insoluble, responsable de absorber agua y acelerar el paso de los alimentos por el tracto digestivo, lo que además de contribuir a regular el movimiento intestinal, prevenir y aliviar el estreñimiento, hemorroides y cáncer de colon, da mayor sensación de saciedad.
Por su parte, la fibra soluble presente en una relación 30:70 frente a la insoluble, ayuda a retardar la absorción de nutrimentos y que estos no pasen a la sangre rápidamente.
Dos de los usos más frecuentes del nopal a nivel terapéutico, son los relacionados con una disminución del peso corporal, y de los síntomas del estreñimiento. Es popular la ingesta de la penca cruda licuada con otras frutas o verduras como el apio, piña, naranja y/o perejil.
Para lograr mejorar el tránsito intestinal, basta con incluir nopal en la dieta, ya sea crudo, asado o cocido; asimismo, actualmente se comercializa la pulpa deshidratada del nopal, sola o mezclada con otros elementos para combatir el estreñimiento y mantener un control del peso corporal.
Pero, aún cuando son estos los beneficios más populares de esta cactácea, en los últimos años diversos estudios la han identificado como una aliada en el tratamiento de dos padecimientos: la diabetes y hipercolesterolemia. Si bien, no ha logrado sustituir el efecto de los fármacos, si cuenta con características hipoglucemiantes y de disminución del colesterol en sangre.
Algunos estudios se han basado en la ingesta de la penca (cladodio) antes de los alimentos, con efectos de disminución en las concentraciones de glucosa, colesterol y triglicéridos en personas resistentes a la insulina (diabetes tipo II). Asimismo, se ha experimentado con el uso del extracto aislado de nopal silvestre en pacientes con hipercolesterolemia moderada, obteniendo diferencias notables en el perfil lipídico en un grupo que ingirió una dosis de 9 gramos al día, frente a quienes fueron tratados con un placebo.
Si bien pueden ser necesarios más estudios a profundidad que logren acercar los alcances del nopal al tratamiento de estas enfermedades, y convertirlo en una opción para personas de recursos limitados, lo cierto es que el consumo del nopal trae beneficios a la población en general, y hasta hoy ninguna contraindicación. Es bajo en calorías, pues 100 gramos proporcionan aproximadamente 27 kcal con un Índice Glucémico bajo de apenas 7 puntos, lo que significa que contribuye a que los niveles de glucosa en sangre se eleven lentamente disminuyendo la aparición del hambre.
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