El 30 de abril es un momento para celebrar y consentir a los pequeños; también para aprender y alimentar el alma de los adultos con alegría.
Posterior a la primera declaración de los derechos del niño, conocida como Declaración de Ginebra, en 1924, en México se estableció el 30 de abril como Día del Niño bajo la presidencia de Álvaro Obregón.
Años más tarde, en 1954 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas recomendó que se instituyera en todos los países el “Día Universal del Niño”, al considerarlo una expresión concreta del apoyo de los gobiernos a los propósitos de la Unicef.
La celebración oficial del 20 de noviembre como día universal por la ONU, surge por ser la fecha de la Declaración de los Derechos del Niño en 1959 y la posterior Convención de los Derechos del Niño en 1989; la organización considera éste un día dedicado a la fraternidad y comprensión entre los niños del mundo, a través de actividades que promuevan su bienestar.
Reflexión sobre la niñez
Este día es un buen momento para recordar y retomar el respeto a los derechos y libertades establecidos hace más de 50 años, y que van desde lo más básico como el derecho a la educación, alimentación, vivienda y recreo, hasta la obligación de los tutores de brindar tratamientos y educación especializada en caso de discapacidad o enfermedad, así como la defensa contra la explotación y discriminación.
Según el Instituto de Estadística, Geografía e Informática (Inegi) de 112.336.538 mexicanos registrados por el Censo de Población y Vivienda 2010, 32.515.796 son menores de 14 años; 94,7 % de la población en edad escolar a nivel básico (6-14 años) asiste a la escuela, lo cual indica un avance en las políticas de educación; sin embargo, todavía hay mucho por hacer tanto en este terreno, como a nivel pobreza, discriminación y marginación.
Leer más en Suite101: Día del Niño, celebración y reencuentro con el niño interior Suite101.net
Posterior a la primera declaración de los derechos del niño, conocida como Declaración de Ginebra, en 1924, en México se estableció el 30 de abril como Día del Niño bajo la presidencia de Álvaro Obregón.
Años más tarde, en 1954 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas recomendó que se instituyera en todos los países el “Día Universal del Niño”, al considerarlo una expresión concreta del apoyo de los gobiernos a los propósitos de la Unicef.
La celebración oficial del 20 de noviembre como día universal por la ONU, surge por ser la fecha de la Declaración de los Derechos del Niño en 1959 y la posterior Convención de los Derechos del Niño en 1989; la organización considera éste un día dedicado a la fraternidad y comprensión entre los niños del mundo, a través de actividades que promuevan su bienestar.
Reflexión sobre la niñez
Este día es un buen momento para recordar y retomar el respeto a los derechos y libertades establecidos hace más de 50 años, y que van desde lo más básico como el derecho a la educación, alimentación, vivienda y recreo, hasta la obligación de los tutores de brindar tratamientos y educación especializada en caso de discapacidad o enfermedad, así como la defensa contra la explotación y discriminación.
Según el Instituto de Estadística, Geografía e Informática (Inegi) de 112.336.538 mexicanos registrados por el Censo de Población y Vivienda 2010, 32.515.796 son menores de 14 años; 94,7 % de la población en edad escolar a nivel básico (6-14 años) asiste a la escuela, lo cual indica un avance en las políticas de educación; sin embargo, todavía hay mucho por hacer tanto en este terreno, como a nivel pobreza, discriminación y marginación.
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