agosto 31, 2010

Encuentro México-Francia

A principios de semana se llevó a cabo en nuestro país el 2° Encuentro México-Francia, Trastornos de la Conducta Alimentaria y Obesidad, con la intención de discutir y analizar tanto los avances como los desafíos y metas en esta materia.
El discurso oficial del secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, dio a conocer que en nuestro país de 0.3 a 3 por ciento de adolescentes escolares presentan anorexia, bulimia o trastorno de atracón.
Esta cifra es de por sí alarmante, pero lo es más si tomamos en cuenta no sólo la gravedad y las repercusiones de estos padecimientos en la salud tanto física como mental de quienes la padecen, sino también que en el caso de la anorexia y bulimia, las estadísticas indican que con el tratamiento adecuado, 50% de los pacientes se logra recuperar, 30% mejora y en 20% será una enfermedad crónica.
Se reconoce que estas enfermedades son tan preocupantes como cualquier otra, pero son de especial atención por las implicaciones psiquiátricas, y el hecho de que existan foros de este tipo deberían dar algún aliento.
Principalmente si el titular de la Secretaría de Salud anuncia que en febrero de este año se creo el Consejo Nacional para la Prevención y el Control de las Enfermedades Crónicas, cuyas políticas incluyen el desarrollo de un programa nacional para atender este problema.
Se habla sobre la posibilidad de poder atender estos padecimientos en unidades con personal especializado; de desarrollar materiales educativos; difundir un paquete de información para su identificación por parte de profesionales de la salud y capacitación sobre el tema.
Todo suena muy bien, podría pensarse que es un inicio, un paso hacia adelante; pero ¡oh sorpresa!, la decepción llega cuando nos preguntamos dónde están estas dichosas políticas, acaso en las escuelas, en los centros de salud, en la página oficial de dicha Secretaría, que alguien me de una respuesta.
Es preocupante que aunque se mencione no se vean resultados, si este Consejo fue creado en febrero, se ha avanzado; si es el segundo foro, se ha logrado una disminución de los trastornos alimenticios, se han detectado a quienes los padecen. O acaso seguimos con un enfoque meramente enfocado al sobrepeso y la obesidad.
Si los lugares donde se tratarán son llamadas Unidades de Especialidad Médica en Sobrepeso, Obesidad, Riesgo Cardiovascular y Diabetes (UNEMES –SORyD), qué se puede esperar; se puede dar tratamiento a dos enfermedades con tales extremos en un mismo sitio, alguien se habrá preguntado qué impacto psicológico tendrá en los pacientes que sufren de una distorsión de la imagen y una alteración de su idea de belleza convivir con personas cuya enfermedad es el principal temor de anoréxicos y bulímicos.
Y el discurso se vuelve más confuso si hacen hincapié en que el manejo de los trastornos de la conducta alimentaria tiene un impacto positivo en la atención de la obesidad y diabetes, perdón, pero eso sólo aplica cuando hablamos del trastorno de atracón.
Es decir, no podemos quedarnos en las propuestas y políticas de salud, se debe actuar; tomar en cuenta los trastornos alimenticios como algo específico, no como un pretexto para después hablar de la estrategia contra el sobrepeso y la obesidad, porque no es lo mismo.
No es lo mismo porque implican cosas totalmente diferentes, y aunque ambas problemática conllevan daños a la salud que pueden culminar en la muerte, cada una merece su grado de importancia.
No dejemos pasar oportunidades como lo son este foro, el gobierno debe generar una verdadera campaña para combatir la anorexia y la bulimia, porque aunque parezca imposible, en un país con altos índices de obesidad, existen personas con estas enfermedades.
Dénnos la oportunidad de una vida más sana, antes de que seamos parte de ese 20 por ciento que sufren crónicamente del problema, o es necesario que se realice una huelga de hambre para ser escuchados, porque déjenme informarles que muchos llevan meses, incluso años haciéndola.

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