Como un breve contexto, contaré cómo surgió este flan. Con el deseo de ampliar la variedad de alimentos consumidos diario, me vi a la tarea de buscar diferentes opciones que incorporar, principalmente en mi desayuno; entre éstas surgió el camote.
Si bien el camote (batata o patata dulce en otros países) se puede conseguir durante todo el año, yo lo relaciono en mayor medida con los meses de septiembre, octubre y noviembre, especialmente con la celebración de Día de Muertos, porque es cuando más se consume en mi familia, generalmente en dulce. Sinceramente no podía separar el camote del piloncillo, hasta esta semana, que me di a la tarea de preparar un puré de camote como guarnición*.
Pero como cuando se trata de la cocción de alimentos, prefiero hacer para dos o más días y utilizarlos de diferentes formas, me sobró camote. La idea inicial era comerlo con compota de manzana, después pensé en agregarle leche, luego un pastel, y al final terminó como flan, algo bastante sencillo y de muy buen sabor.
El camote por sí solo es dulce, así que yo sólo agregué un toque más dulce con compota de manzana(también puede ser puré) natural que es algo básico que suelo hacer para comer con el pan, hot cakes o yogurt congelado. También añadí medio sobre de edulcorante, pero no es indispensable, o se puede sustituir por un toque de miel o azúcar.
Ingredientes (individual)
- ½ taza de puré de camote
- ¼ taza de yogurt natural
- 1 huevo
- esencia de vainilla (al gusto)
- canela en polvo (al gusto)
- ½ sobre de sustituto de azúcar o miel al gusto
- compota o puré de manzana
El siguiente paso es poner todo menos la manzana en la licuadora hasta obtener una textura cremosa. En una o dos flaneras o moldes para soufflé (o cualquiera que resista el calor), ponemos manzana y en seguida vertimos la mezcla; tapamos con papel aluminio, y cocinamos a baño maría ( metemos las flaneras en una olla con agua sin que las tape, que cubra aproximadamente la mitad de los moldes. Llevamos la olla al fuego y tapamos; cuando hierve el agua se reduce la temperatura hasta que estén listos).
Tardarán entre 35 y 40 minutos aproximadamente; para confirmar basta con que al introducir un palillo salga limpio. Se deja enfriar un poco y se puede comer así, o meterlo al refrigerador y consumirlo más tarde.
*La razón por la que elegí camote y no papa, es muy sencilla: respecto a ésta, el camote tiene mayor valor nutritivo; también es fuente de fibra, antioxidantes y nutrientes como potasio y fósforo, además de vitaminas. De esto hablaré en otra ocasión más a fondo, aunque la razón principal es el sabor más dulce y las ganas de comer algo diferente, y valió la pena.
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