julio 22, 2014

Del Xoconostle (curiosidades)

Y ya que invoqué al xoconostle, ahondaré un poco en el tema, pues considero que es un producto que, a pesar de su origen nacional y presencia en nuestra gastronomía desde tiempos remotos, poco a poco va en desuso. Las razones pueden ser varias, quizá un desapego de la cocina tradicional, una cercanía a una cocina contemporánea y más globalizada, no tengo certeza de ninguna, pero en mi experiencia van en aumento las personas que conozco y no lo han probado o no saben cómo se incorpora.
Entre mis recuerdos, el más añejo en relación con este fruto, se remonta a las comidas en casa de mi abuela, esas cotidianas protagonizadas por guisos caseros, esos que de una u otra manera, sin la menor intención, fueron los que sembraron la primera semilla de esta gran pasión por la comida y los ingredientes de mi país. Mi tía acostumbraba ponerlo en los caldos, principalmente en el de res, cola y suadero, y lo reconocía por ser uno de los elementos que buscaba mi prima entre los platos vecinos como las 'lunitas', por el corte que le hacían.
Ya alguna vez hablé del nopal, sus propiedades y su trascendencia en la cocina e identidad mexicana, y ahí mencioné al xoconostle o 'tuna agria' como uno de los frutos de una de las 250 especies de nopal que existen en el mundo (140 mexicanas), de la cual, dicho sea de paso, únicamente se utiliza el fruto.
Este pequeño, primo de las dulces tunas, se produce en mayor medida en San Luis Potosí, Estado de México, Hidalgo, Puebla y Querétaro, teniendo su mejor momento entre julio y octubre y se acostumbra utilizar en guisos, caldos y salsas, pero también en mermeladas, cristalizado e incluso deshidratado y enchilado como botana.
Es rico en fibra, vitamina C y antioxidantes y se ha promovido su consumo por sus propiedades, principalmente en el tratamiento de la diabetes, lo que ha llevado a su incorporación en su estado crudo, incluso con cáscara, en jugos o como botana deshidratada.
Continuemos consumiendo xoconostle, descubriendo o redescubriendo su sabor, innovando y recuperando platillos que deleitan a nuestro paladar y nos acercan más a nuestra tierra.

¿Por qué no empezar con una salsa, un Mole de olla o algo más osado, una mermelada? ¡Provecho! 

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