Bien dicen que “Si la vida te da limones, haz limonada”, así que si la tierra y la temporada nos dan calabaza, por algo será, hay que aprovecharla. Para mí basta con que sea natural y tenga buen sabor, lo demás es imaginación; pero si a alguien le faltan razones, hablemos de sus cualidades nutritivas: contiene alrededor de 27 calorías por 100 gramos de la pulpa. Su contenido es principalmente de agua; contiene un contenido significativo de fibra; asimismo, su color naranja, delata la presencia de betacarotenos, lo que le da un carácter antioxidante.
Conscientes de esto, hay que aprovechar y disfrutar. No se trata de comernos una calabaza entera; tenemos la ventaja de que en algunos lugares la venden por trozos, pero de no ser así, y en caso de no encontrar una calabaza de tamaño considerable, podemos compartir, o utilizarla en diferentes preparaciones y evitar reducir su uso a la Calabaza en Tacha.
Calabaza en Tacha |
El punto a favor de la calabaza invernal, es que a pesar de tener una mayor concentración de azúcares que la de verano, tiene un sabor sutil, por lo que es fácil incorporarla en guisos salados, y claro, en postres es perfecta. Actualmente ya existe una diversidad de recetas que circulan libremente por Internet provenientes de diferentes latitudes e inspiraciones, lo único que falta es sentir curiosidad y tener un poco de ánimo.
Este vegetal es muy socorrido en sopas, cremas y caldos, ya sea como protagonista o como aliado a la hora de espesar. También puede dar como resultado una guarnición diferente para la carne de cerdo o incluso pollo, en puré o trozos con especias, mantequilla o queso. Confieso que nunca me había planteado esta posibilidad, fue en un viaje reciente a Cuba, que la probé por primera vez, y quedé sorprendida y encantada.
¿Por qué no atrevernos y utilizarla en algún guisado con carne de puerco y algún caldillo? La combinación de chiles y el ligero dulzor de la calabaza, daría un buen resultado, basta tener en cuenta que la calabaza en trozos alcanza su cocción rápidamente, por lo que debemos prevenir si no deseamos que se desbarate.
¿Por qué no atrevernos y utilizarla en algún guisado con carne de puerco y algún caldillo? La combinación de chiles y el ligero dulzor de la calabaza, daría un buen resultado, basta tener en cuenta que la calabaza en trozos alcanza su cocción rápidamente, por lo que debemos prevenir si no deseamos que se desbarate.
Cuando se tiene un ingrediente natural y noble, podemos experimentar adaptarla a alguna receta favorita o explorar nuevos horizontes. Incluirla en unos hot cakes, un flan o pastel; preparar un licuado diferente; combinarla con pasta o arroz, o como relleno dulce o salado de crepas.
Les contaré brevemente mi experiencia, pues este año decidí hacer algo con ese antojo de calabaza además del tradicional dulce con piloncillo. De mí deben saber que amo la comida, me apasiona la cocina, pero prefiero los sabores naturales y las recetas poco elaboradas. Una de mis filosofías es “aprovechar lo que hay”, la segunda la tomé prestada de Rachel Ray “comer sano para poder comer más”. Por lo tanto, aunque las cosas dulces son mi perdición, siempre busco obtener ese sabor de las frutas u otros elementos naturales.
Lo que quiero compartir es que no se necesita demasiado, ni ingredientes, ni conocimiento, más bien intuición. ¿Se imaginan combinar manzanas asadas con calabaza cocida y amaranto natural? Si lo bañamos con yogurt congelado, leche o incluso helado de vainilla, resulta delicioso.
¿O qué tal darle un vuelco diferente al desayuno de avena? Si partimos de cocer avena con agua, canela y una pizca de sal, y en el último hervor agregar el puré de calabaza y un par de pasas, o una mermelada casera sin azúcar, con algunas nueces o avellanas, tenemos una opción saludable.
También podemos mezclar puré de camote y calabaza con un poco de requesón, huevo y un toque de canela y vainilla, o pimienta y sal si se desean saladas, y preparar unas “tortitas” diferentes. En todas estas opciones, partí de calabaza previamente cocida en agua con una raja de canela por alrededor de 20 minutos para unos tres trozos.
Los resultados superaron mis expectativas, y seguro ustedes pueden superar las suyas. Éstas son buenas opciones si se sienten deseos de entrar a la cocina y disfrutar algo novedoso, pero si no, basta con visitar algún mercado, o ir a casa de algún familiar, y disfrutar de un rico plato de calabaza en tacha, con un vaso de leche, un atole blanco o un café de olla.
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